Thursday, September 13, 2007

HISTORIA

Valentino se levantó muy temprano, no era de su costumbre hacerlo, pero ese día su despertador sonó extrañamente muy de mañana. Sale de su pequeño cuarto y se dirige a la cocina para prepararse un desayuno muy rápido, ya que no sabe mucho cocinar y prefiere los enlatados o la comida rápida de hacer; unos huevos con café fueron la elección de aquella mañana. Sentado en su sala-comedor, contemplando la mañana a través de la ventana, rodeado de fotos y de pintura; Valentino Moriero comienza a imaginarse su día, este no es común a los demás ya que no tiene que ir a la universidad como siempre lo hace en los días de semana; este Domingo debe ser distinto a todos por el simple hecho de haberse levantado temprano, sabiendo que este día siempre lo utiliza para descansar y salir por la tarde a dar un breve paseo por sus alrededores en busca de alguna foto valiosa.

Mientras se viste observa que su gabardina no está en el perchero, sale de su cuarto para buscarla, pero no la encuentra, se le ha perdido. Termina de colocarse su ropa, agarra su cámara, la binaca y observa que tampoco tiene rollos; enfurecido sale de su casa directo a la tienda ubicada a tres cuadras de su casa. Llega a la tienda y pide dos rollos, para seguir la furia de Valentino, en la tienda no hay rollos, lo que significa que tendrá que ir hasta el súper mercado que sí está mucho más lejos. Caminando a un paso rápido se dirige hacía el súper mercado, como de costumbre, Valentino comienza a mirar hacía todas partes para ver si identifica a alguien que ya haya fotografiado, pasando por el parque enfrente de su casa decide bajar el ritmo de su caminar para observar con mayor detenimiento a las personas. Avanza con cautela mirando con detenimiento y tratando de identificar a alguien; repentinamente una niña le agarra la mano con firmeza y logra detenerlo. Valentino asustado voltea su cara y observa a la niña, reflejaba tristeza y angustia; la niña le dice: “Señor, me regala una moneda por favor”. Valentino queda perplejo al ver la cara de la niña, ella ya había sido vista en repetidas ocasiones por él, trata de recordar algo de ella cuando la niña vuelve y le habla: “Señor, porqué me mira así... regáleme una moneda”. Saliendo de su memoria, Valentino le responde: “Tu eres la famosa Tita... ¿no?”

Aquí inicia el diálogo que esta escrito más abajo (Valentino – Tita)

Valentino sigue su camino hacía el súper mercado pensando en su gabardina, lo más probable es que la haya dejado donde su padre el Sábado cuando fue a almorzar. Pero aparte de su gabardina, Tita le retumba en lo más profundo de su cabeza; esa niña era una señal de que el domingo no iba a ser tan simple como lo era siempre. Entra al súper mercado y compra los dos rollos. Camina y camina sin afán, Tita le ha quitado el estrés por recuperar su gabardina, le parece increíble que una niña de la calle le llame tanto la atención; en medio de su confusión cree que las fotos que Tita le pidió son la razón por la cual no la ha dejado de pensar desde que la vio en el parque. Él, muy adentro presiente que esa niña era un motivo para que aquel domingo fuera distinto; piensa tanto en la niña que decide buscarla después de visitar a su padre.
Llega al edificio donde vive su padre; él sabe que si toca la puerta hay probabilidades que su padre no abra la puerta, porque todos los domingos Pedro se ubica al frente de su televisor para ver todos los partidos de fútbol que más pueda. Pedro no tiene la mejor relación con Valentino debido a la debilidad que ha demostrado hacía el sexo opuesto, lo que su Pedro no sabe es que Valentino es bisexual, y que así como los hombres, las mujeres también le encantan. Toca la puerta y abre su papá con cara de mal genio, Valentino no se molesta por la cara y pasa a buscar su gabardina. No encuentra nada y se pone furioso; le pregunta a su padre si la ha visto, pero no recibe respuesta alguna, Pedro no despega los ojos del televisor. Después de tanto buscar en cada cuarto, su padre le dice que está en su cuarto junto con la ropa de él; con rabia pero sin poderle decir nada, Valentino encuentra su gabardina y se despide de Pedro, otra vez no recibe respuesta; azota la puerta al cerrarla y baja las escaleras con ira. Sabe que debe calmarse porque necesita ir a buscar a Tita, porque el domingo no era como cualquiera.

En medio del trayecto desde la casa de su padre hasta el parque Valentino logra tomar algunas fotos a personas muy simpáticas. Un lustrador de zapatos que se encontraba en una esquina fue el personaje que más le llamó la atención, en cada foto posaba como si fuera un estudio fotográfico, y le pidió a Valentino que cuando las revelara le regalara una de esas tantas que le tomó; compartieron un pequeño diálogo pero no pudo seguir hablando porque tenía que ir en busca de Tita. Otra de las fotos que tomó fue al edifico donde vive su padre, y se preguntaba porque hacía eso, pero las respuestas no existían, eran fotos que no tenía.

Llega al parque en busca de Tita, sabe que no es fácil encontrarla porque nunca de queda quieta y además por su pequeñez. Lo más seguro es que Valentino dure horas buscándola y que no la encuentre; Tita es una niña muy buscada por los gamines y mendigos de todo el barrio; su muñeca – que carga con ahínco – es el medio con el cual esta niña se alimenta y paga su hospedaje en cualquier aparta-hotel cercano. La muñeca es el resguardo de un sinnúmero de sustancias alucinógenas; con pepas, marihuana, cocaína, y otros productos está rellena la muñeca que su mamá hace mucho tiempo le regalo para que guardara lo mismo que hoy en día vende. Valentino busca en los lugares más “feos” del parque, se mete en medio de los mendigos, pero ni siquiera así logra encontrar a Tita. Pasan las horas y no hay señales de ella, Valentino se desespera pero sabe que no puede preguntar por ella; solo sus clientes lo hacen, y él no es uno de ellos.

El domingo iba tal y como él se lo esperaba, lleno de sorpresas y sucesos extraños. Le da vueltas al parque tratando de hallar a la niña, pero su tiempo está perdido, cada segundo que pasa es un grado más de desespero para él. Tita no aparecerá si está haciendo sus negocios, cuando los clientes aparecen, las ventas se realizan cerca del parque, más no ahí; el parque es el lugar para encontrarla pero no para negociar. Valentino cree saber donde se hacen los negocios, pero por nada del mundo iría a buscar peligro solo por encontrar a Tita. Pasan las horas y no hay señales de ella, Valentino decide ir a su casa y sentarse en la ventana mientras se toma un café; así podría esperarla sin tanto desespero.
Se quita su gabardina y la cuelga en el perchero, los rollos y la binaca los coloca en su nochero y la cámara la deja encima. Se dirige a la cocina para hacer café y tranquilizarse un poco; no puede creer aún que esa niña lo este desesperando tanto, no hay un motivo que él recuerde como para que este así en ese estado de intranquilidad. Se sienta en frente de su ventana y comienza a tomarse su café, observa muchas personas, pero Tita no se ve; trata de calmarse y sigue tomándose el café. Pasan las horas y no hay rastro alguno de ella, Valentino empieza a imaginarse cosas sobre lo que le podría estar pasando; cree que está haciendo un negocio grande y por eso está ocupada, cree que se fue a vender a otro parque, cree que se fue a descansar a su aparta-hotel; cree muchas cosas, pero desgraciadamente Tita no piensa en Valentino, él sería una persona más que conoció en el parque, hasta podría ser un nuevo cliente. Valentino va a la cocina para hacerse su segundo café, el cansancio invade su cuerpo, pero no quiere acostarse hasta hablar con Tita, ya se está ocultando el sol y la niña de la muñeca no se asoma por el parque.

Valentino cierra los ojos por un instante y cae del agotamiento; mientras duerme sentado al frente de su ventana, la luna aparece. Las esperanzas de encontrar a Tita desaparecen con la luna, en medio de la oscuridad no la hallaría jamás. Con la incomodidad de la silla donde se había dormido, se levanta con rabia, está de noche y no pudo hablar con Tita; el domingo no iba a ser distinto a ninguno, iba camino a ser uno idéntico a todos los demás. Valentino prepara otra taza de café y decide ponerse a pintar algunas fotos que tiene en su “estudio”, mientras se prepara para pintar piensa en Tita de manera incontrolable, pero al mirar hacía la ventana se da cuenta que la noche no le ayudaría a encontrarla. Se sienta con sus fotos y sus paletas de pintura e inicia su mayor pasión; esta mezcla de artes es su forma de expresarse, son más que un hobbie; las fotos y la pintura son su vida.

Cuando Valentino pinta se paraliza su tiempo, se traslada a un lugar donde solo él existe, es una conexión única entre él y lo que está haciendo. Coloca las fotos que va a pintar en una fila que no sobrepase las 10 fotos; en cada foto se demora entre veinte y treinta minutos lo que le significaría unas cinco horas de trabajo fuerte. Acompañado de su taza de café Valentino pinta sin pensar en nada, ni Tita invade su pensamiento, la mente está puesta en los pinceles y en las fotos. Acaba de pintar su primera foto y se dispone a empezar la segunda; al coger la foto observa que debajo de las que tiene para pintar hay una foto de una mujer alta, de contextura flaca y con el cabello largo y sucio, un rostro pálido y una mirada de resentimiento; esta vestida con ropa ordinaria y está descalza. Valentino deja la foto a un lado y prefiere coger la foto de la mujer descalza. Algo de especial tiene esta foto, le trae algún recuerdo malo, pero exactamente no sabe bien que es; la mujer refleja una pobreza total, pero por encima de esto, la foto es hermosa, con un ángulo perfecto y un enfoque único, la foto tiene una calidad irrelevante.

Ahora no es Tita la que ocupa su pensamiento, sino la mujer de la foto, hay algo detrás de la foto que Valentino no recuerda bien. Prefiere dejar la foto a un lado y seguir pintando, mientras traza sus pinceladas trata de recordar algo, pero su memoria no le ayuda a elaborar ese recuerdo que le llena la cabeza de presentimientos negativos. Después de pintar su quinta foto, vuelve a mirar la foto de la mujer descalza; inmediatamente recuerda a Tita y observa que la descripción que la niña le dio de su madre es muy parecida a la mujer de la foto. Asombrado por la coincidencia, queda pasmado y se para de su estudio; no cree lo que está viendo y decide creer que es mera casualidad. Deja de pintar y se dirige a su cuarto para acostarse a dormir; cae en cuenta que el domingo dejó de ser igual a todos y se devuelve a ver la foto de la mujer. Alta, flaca y cabello largo tal como lo dijo Tita, había algo extraño con la foto. Se acuesta en su cama pero no logra dormirse, da vueltas y vueltas en su cama pensando en Tita y en la mujer; para poder dormir, promete buscar a Tita sea como sea al siguiente día y mostrarle la foto que encontró.

2 Comments:

Blogger Estructuras Narrativas said...

Qué buena historia Johnattan, ahí va, sigue desarrollándola mucho más, hay una cuestión, dale control v al diálogo, así no interrumpes la narración. Te recomiendo dos cuentos de cortázar, te mando los vínculos directos:
http://www.geocities.com/juliocortazar_arg/apocal.htm
http://www.literatura.us/cortazar/babas.html

1:28 PM  
Blogger Estructuras Narrativas said...

Algo muy importante que me hizo falta decirte, revisa bien en el texto la conjugación y la combinación de tiempos narrativos, define uno solo y no mezcles en una misa línea dos tiempos diferentes, como es el caso de este párrafo:

Las esperanzas de encontrar a Tita desaparecen con la luna, en medio de la oscuridad no la hallaría jamás. Con la incomodidad de la silla donde se había dormido, se levanta con rabia, está de noche y no pudo hablar con Tita; el domingo no iba a ser distinto a ninguno, iba camino a ser uno idéntico a todos los demás. Valentino prepara otra taza de café y decide ponerse a pintar algunas fotos que tiene en su “estudio”, mientras se prepara para pintar piensa en Tita de manera incontrolable, pero al mirar hacía la ventana se da cuenta que la noche no le ayudaría a encontrarla. Se sienta con sus fotos y sus paletas de pintura e inicia su mayor pasión; esta mezcla de artes es su forma de expresarse, son más que un hobbie; las fotos y la pintura son su vida.

2:19 PM  

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